viernes, 27 de noviembre de 2009

Capítulo 13: Castigo con Dolores.

A la hora de la cena, todos hablaban sobre la discusión entre Harry y la profesora Umbridge, por lo que Harry, Ron y Hermione prefirieron irse. Hermione le explicó a Harry que era muy normal que todos pensaran eso, ya que cuando Cedric murió nadie estuvo ahí excepto él y además las mentiras que decían de Dumbledore y Harry en el Profeta, no ayudaba mucho a que creyeran en él.
Al día siguiente hubo clases de Cuidado de las Criaturas Mágicas, Harry estaba realmente molestó ya que todos se impresionaban con las criaturas que la profesora había traído, como si Hagrid nunca hubiera traído criaturas interesantes.
Más tarde Harry debió ir al castigo de la profesora Umbridge. Ésta le pidió que escribiera en un pergamino “no debo decir mentiras”, pero con una pluma especial que no necesitaba tinta. Cuando Harry escribió la oración esta quedó grabada en su piel y escrita con la sangre de las heridas de su mano.
Al otro día tuvo que ir nuevamente al castigo y nuevamente debió escribir “no debo decir mentiras”.
Después del castigo se puso a hablar con Ron, y este le comentó que pretendía postularse como guardián de Gryffindor en Quidditch. En eso Ron se dio cuenta de las marcas en la mano de Harry, y le dijo que debería decírselo a Dumbledore.
Al otro día Harry tuvo que ir nuevamente a su castigo y realizar la misma acción, esta vez Umbridge se le acercó y comprobó lo mal que estaba su mano, pero al tocarlo Harry sintió un dolor en la cicatriz.
Cuando llegó a la sala de Gryffindor, Ron le contó que lo eligieron como guardián.
Luego Harry le dijo a Hermione lo que había ocurrido y le dijo que tal vez Voldemort controlaba a Umbridge. Hermione le dijo que debería contarle a Dumbledore.
Harry se negó y se fue a acostar.

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